viernes, 5 de septiembre de 2014

Personajes Dabajuro: primer Odontólogo titulado del estado Falcón; AMÓS VICENTE ZAVALA OBERTO


Nace en Dabajuro el 03 el  mayo  de 1908, siendo el primer hijo del matrimonio del Dr. José Vicente Zavala Zavala y Doña Maria Cleotilde Oberto. Sus hermanos: Felipe Segundo, Ángela Martina, José Vicente, María Teodora, Josefa Cleotilde, Carmen Teresa, María Inocencia, Bertha Belén, Berenice, José Enrique y José Jesús.
Estudia primeria en Dabajuro. En los Colegios Federal y Luis Espelozin de Coro cursa estudios de secundaria, trasladándose a Caracas para ingresar a la Universidad  Central de Venezuela, donde de manos de los ilustres venezolanos Mario Briceño Yrragorri, Carracciolo Parra y José Sanabria recibe la aprobación titular que lo certifica como Bachiller en Filosofía.
Posteriormente inicia estudios universitarios en la especialidad de Dentistería, adscrita a la Facultad de Ciencias Médicas. En este periodo estuvo residenciado en la pesión estudiantil regentada por Doña Teotiste de Gallegos, esposa del insigne maestro y escritor Don Rómulo Gallegos. Allí establece lazos de amistad con líderes estudiantiles de la época, uniéndosele a sus ideales para participar en los acontecimientos de sublevación contra Juan Vicente Gómez, en el año 1928, participando en la fundación del Partido Democrático Nacionalista.
El 14 de octubre de 1931 obtiene el titulo de Dentista. Desde entonces sirvió a su pueblo, a la comunidad sin distinción de credos, colores o rangos, pobres y ricos con la misma amabilidad y afecto. Viaja con su profesión por diferentes regiones de los estados Falcón y Zulia, llevando consigo su dualidad de clínico y laboratorista dental, que bien podía realizar una extracción u operación bucal, como un amalgamiento o prótesis dental.

En 1932 apertura su consultorio en su pueblo natal Dabajuro, en la Calle Comercio, Casa conocida como “Villa del Mar”. En 1935 se establece en Mene de Mauroa, donde atendía constantemente las poblaciones de Casigua, San Feliz y Quisiro, allí conoce a María Faría con quien tiene su primer hijo: Felipe Segundo.
De nuevo en Dabajuro, contrae nupcias con Olga Victoria Sánchez Yánez, oriunda de los Puertos de Altagracia, el 26 de agosto d 1939. De esta unión nacen sus hijos: Carol Antonio, Diana María, Betty de Jesús, María Teresa y Olga Betina.
Presto servicios como odontólogo a través de sus consultorios dentales en diversos logares del occidente del país como el Municipio Democracia, Urumaco, Capatárida, Punto Fijo, Coro, Cabimas, donde prestó servicios para importantes Compañías Petroleras, Clinicas Dentales y el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales en Punto Fijo, siendo allí cuando durante el ejercicio de su labor sufre una deficiencia cardiaca que le produce su muerte el 30 de septiembre de 1963.
Además de su labor odontológica, contribuyó pedagógicamente en la formación y entrenamiento de personas para que se desempeñaran como laboratoristas dentales, rama ésta que manejaba con destreza y habilidad. Más que un trabajo se le puede considerar un arte, pues en el predomina la flexibilidad de las manos y el acucioso enfoque de la vista para poder llegar a confeccionar una perfecta prótesis dental.
Durante su ejercicio profesional recibió innumerables reconocimientos por su gran labor, sin embargo la mayor declaración de su valioso trabajo se ve consolidada al considerársele el primer odontólogo titulado del Estado Falcón. En conmemoración al centenario de su nacimiento se llevo a cabo una Sesión Solemne especial por parte del Concejo Municipal de Dabajuro el 03 de mayo de 2008, donde fue designada como oradora de orden la Odontóloga Angélica Gómez y contó con la asistencia y participación de la Doctora Luisa Sánchez, presidenta del Colegio de Odontólogos del Estado Falcón
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Datos biográficos aportados por Carol Antonio Zavala Sánchez.

jueves, 4 de septiembre de 2014

OPINIÓN: ¿Por qué no me devolví?...Besos que marcan


Hace unos meses caminaba acompañando en su rutina deportiva a un grupo de familiares y amigos. 





La inexperiencia y falta de ejercicios de mi parte me dejó rezagada  ante la destreza maratónica de mis compañeros. 

Mi historia no tiene  nada de especial para quienes ya están acostumbrados, para quienes han perdido la sensibilidad y la capacidad de asombro. Sobre todo nuestra responsabilidad como adultos en la formación de nnuestros hijos e hijas, tomando como premisa aquel hermoso poema de  Andrés Eloy Blanco: "Cuando se tiene un hijo..."

Despacio pasé frente a la cancha  del sector Bicentenario, aquí mismo en Dabajuro,  y llamó poderosamente mi atención una imagen imborrable: 

Una pareja de adolescentes, apenas 12, a lo sumo 14 años. Besandose apasionamente con el rigor o quizás espontaneidad de la intimidad de los adultos, creo que un poco más. A su lado, una niña de  unos 6 o 7 años a quien presumo dejaron al cuidado de la pareja. Sentadida en la misma grada, alejadita, inmutada. No miraba a los niños pareja, parecía mirarse  a sí misma.

¿Por qué no me devolví? Quizás creo en algo hubiese orientado. 

Quizás no hubiese sido tan indiferente como las decenas de personas  que pasamos a un lado. ¿Por qué entrometerme cuando mi historia no importó  y me sentí un Señora de baúl muy antigua?

...Quizás, en el fondo de mi alma, el día de mañana espero qque alguien lo haga por una de mis hijas, de mis sobrinas, de mis ahijadas, de mis amigas...porque  nunca sabemos la huella que esto deja en un niño, las consecuencias del desenfreno de una edad trascendental en el desarrollo de la sexualidad.

¿Qué pensaría esta niña sentadita? o ¿Cómo actuará mañana?

Nada nos es ajeno y la indiferencia no cura una herida, ni ayuda a construir un futuro.

Los padres no tenemos manuales de acción, pero la tenemos una capacidad de saber que  no podemos dejar al cuidado de niños a otros niños. Que no podemos estar encima, pero sí mirar de lejitos aunque sea para saber dónde  están. No  podemos evitar muchas situaciones pero sí orientarlas.

Quizás si me devolvía, le regalabba un abrazo a la niña y les preguntaba sobre su relación a los adolescentes. Quizás no...

Sólo quizás...pero fui indiferente. 

Licda. Lourdes Díaz Güerere
CNP 18234
lourdesdiazguerere@hotmail.com