En cada letra, cada numero, cada consejo, cada tema, cada proyecto o cada nuevo reto educativo queda impregnado el sentir completo y eterno de cada maestro o maestra que con cereteza Dios ha puesto en nuestro camino.
Dabajuro entero está completamente agradecido de su trabajo. Fuimos sus alumnos, hoy llevamos de la mano confiados a nuestros hijos. Creemos en un ustedes y en ustedes confiamos nuestro más preciado tesoro.
Que siempre al final de cada etapa, todo alumno pueda decirles como Bolívar a su gran maestro: "Usted formó mi corazón para lo grande, para lo hermoso..."
!Bendiciones eternas!
Licda. Lourdes Díaz Güerere