Una persona con altos valores morales promoverá el respeto al hombre, la cooperación y comprensión, una actitud abierta y de tolerancia, así como de servicio para el bienestar común.
Fuente: http://tareasya.com.mx/index.php/padres/tu-familia/valores/5357-Valores-morales.html
Los valores morales surgen primordialmente en el individuo por influjo y en el seno de la familia, y son valores como el respeto, la tolerancia, la honestidad, la lealtad, el trabajo, la responsabilidad, etc.
Para que se dé esta transmisión de valores son de vital
importancia la calidad de las relaciones con las personas significativas en su
vida, sus padres, hermanos, parientes y posteriormente amigos y maestros. Es
además indispensable el modelo y ejemplo que estas personas significativas
muestren al niño, para que se dé una coherencia entre lo que se dice y lo que se
hace.
Además es de suma importancia la comunicación de la
familia. Cuando el niño ha alcanzado la edad escolar se hará participe de esta
comunicación abierta, en la toma de decisiones y en aportaciones sobre asuntos
familiares.
Posteriormente estos valores morales adquiridos en el seno
de la familia ayudarán a insertarnos eficaz y fecundamente en la vida social. De
este modo la familia contribuye a lanzar personas valiosas para el bien de la
sociedad.
Recordemos que una persona valiosa, es una persona que
posee valores interiores y que vive de acuerdo a ellos. Un hombre vale entonces,
lo que valen sus valores y la manera en como los vive.
Ya en el ámbito social, la persona valiosa buscará ir más
allá de "mi libertad", "mi comodidad o bienestar" y se traducirán estos valores
en solidaridad, honestidad, libertad de otros, paz, etc.
La libertad: La libertad parece ser el bien más preciado que posee el hombre.
Libertad de conciencia, para alcanzar una vida coherente y equilibrada desde el
interior, libertad de expresión, para poder difundir nuestras ideas y promover
el debate y la discusión abierta, libertad de reunión como garantía para
asociarme con aquellos que comparten ideales y trabajar por los mismos, libertad
para elegir responsable y pacíficamente a nuestros gobernantes.
La solidaridad: Surge cuando mi
libertad, mi desarrollo y mi bienestar ya no son compatibles con las necesidades
y desgracias de los demás. Ya no nos limitamos a compartir en el seno familiar,
sino con los demás.
A escala internacional supone que nuestro país debe ser
solidario con los países más necesitados del planeta, compartir no sólo en el
ámbito económico, también en el educativo y cultural.
Compartir el conocimiento para combatir el analfabetismo y la
incultura, para reducir enfermedades y epidemias, por ejemplo.
La paz: Es quizás prioridad esencial de
nuestro mundo, un mundo que ha sufrido dos grandes guerras, con consecuencias
devastadoras para los pueblos y las personas, un mundo que todavía se enfrenta a
un sinnúmero de conflictos locales y regionales.
Una persona con altos valores morales promoverá el respeto
al hombre, la cooperación y comprensión, una actitud abierta y de tolerancia,
así como de servicio para el bienestar común.
Los valores morales surgen primordialmente en el individuo por influjo y en el seno de la familia, y son valores como el respeto, la tolerancia, la honestidad, la lealtad, el trabajo, la responsabildad, etc.
Para que se dé esta transmisión de valores son de vital
importancia la calidad de las relaciones con las personas significativas en su
vida, sus padres, hermanos, parientes y posteriormente amigos y maestros. Es
además indispensable el modelo y ejemplo que estas personas significativas
muestren al niño, para que se dé una coherencia entre lo que se dice y lo que se
hace.
Además es de suma importancia la comunicación de la
familia. Cuando el niño ha alcanzado la edad escolar se hará participe de esta
comunicación abierta, en la toma de decisiones y en aportaciones sobre asuntos
familiares.
Posteriormente estos valores morales adquiridos en el seno
de la familia ayudarán a insertarnos eficaz y fecundamente en la vida social. De
este modo la familia contribuye a lanzar personas valiosas para el bien de la
sociedad.
Recordemos que una persona valiosa, es una persona que
posee valores interiores y que vive de acuerdo a ellos. Un hombre vale entonces,
lo que valen sus valores y la manera en como los vive.
Ya en el ámbito social, la persona valiosa buscará ir más
allá de "mi libertad", "mi comodidad o bienestar" y se traducirán estos valores
en solidaridad, honestidad, libertad de otros, paz, etc.
La libertad: La libertad parece ser el bien más preciado que posee el hombre.
Libertad de conciencia, para alcanzar una vida coherente y equilibrada desde el
interior, libertad de expresión, para poder difundir nuestras ideas y promover
el debate y la discusión abierta, libertad de reunión como garantía para
asociarme con aquellos que comparten ideales y trabajar por los mismos, libertad
para elegir responsable y pacíficamente a nuestros gobernantes.
La solidaridad: Surge cuando mi
libertad, mi desarrollo y mi bienestar ya no son compatibles con las necesidades
y desgracias de los demás. Ya no nos limitamos a compartir en el seno familiar,
sino con los demás.
A escala internacional supone que nuestro país debe ser
solidario con los países más necesitados del planeta, compartir no sólo en el
ámbito económico, también en el educativo y cultural.
Compartir el conocimiento para combatir el analfabetismo y la
incultura, para reducir enfermedades y epidemias, por ejemplo.
La paz: Es quizás prioridad esencial de
nuestro mundo, un mundo que ha sufrido dos grandes guerras, con consecuencias
devastadoras para los pueblos y las personas, un mundo que todavía se enfrenta a
un sinnúmero de conflictos locales y regionales.