Un Dabajuro
equidistante y distante: grito silencioso del occidente de Falcón
Lourdes Díaz Güerere
¿Dónde queda Dabajuro? Pregunta frecuente. “En la
mitad del medio de la carretera Falcón – Zulia” Respuesta coloquial, pero la
frecuente. Dabajuro o la ¨loza de barro” del pueblo caquetío es la población
equidistante entre Coro y Maracaibo. Para nosotros es indiferente en términos
de distancia o tiempo llegar a cualquiera de éstas capitales. Una hora y media
a dos horas para Coro, lo mismo para ir o venir de Maracaibo.
Nuestra identidad contemporánea es una especie de
“mestizaje perfecto” entre los estados Zulia y Falcón. Hemos tomado lo mejor de
ambos para moldear una especie de autenticidad. Lara también ha aportado su gen
tomando en cuenta que a través de la otrora muy útil vía hacia Carora nos
colocaba a un paso de Barquisimeto destacando las excelentes relaciones
comerciales establecidas. Ubicación ventajosa para Dabajuro.
Esta bendición en el mapa nos delegó una
responsabilidad enorme para el desarrollo integral del occidente del estado
Falcón. Somos el pilar de la dinámica económica y de servicios de la zona. Lo
que afecta a Dabajuro repercute en decenas de comunidades aledañas.
Nuestra voz se mantendrá cada sábado a través de
éste medio ¡enhorabuena|!
Lo que no
quieren que contemos. Sin combustible
esta semana. Limitada la posibilidad de traslado particular para los pacientes
que ameritan ser llevados a las capitales cercanas. Nuestro sistema de salud
local atiende no solo los casos de Dabajuro ya que los caseríos y municipios
aledaños refieren pacientes hacia el “José Enrique Zavala” o el CDI Dabajuro y,
éstos a su vez, por limitantes envían casos recurrentes a Coro, Maracaibo o
Punto Fijo. Arduo el trabajo que realizan desde las mesas situacionales de
combustible, la organización de las autoridades militares y locales; pero sin
gasolina, así sea eficiente el plan de distribución, no es posible dar garantía
a la vida. Tampoco hay viabilidad para traslado de mercancía. Sectores
comercial y agropecuario en un hilo. En la calle, pocos naturales ofrecen de
gasolina entre 3$ a 5$ por litro. Depende de la cara de urgencia, incluyendo
madres a punto de dar a luz en una bomba
de gasolina,
Vulnerabilidad
frente al coronavirus. El aumento de
casos en Falcón por Covid19 aumenta nuestra vulnerabilidad por ser zona
limítrofe estatal y la inminente llegada de connacionales. El pueblo parece
ignorar las medidas. El tapabocas como que pasó de moda por aquí o se desgastó.
Esta semana el despliegue de seguridad ha sido eficiente con respecto a la
circulación de personas y apertura de comercios a partir de las dos de la
tarde. Coterráneos llegando cuentan su calvario: hambre, insalubridad,
inseguridad. Como salir de Paraguaná en el año 1912. Encuesta local de la
semana: 87% de la población no puede pagar costo de medicamentos, no hay
alcohol y solo un 48% mantiene el uso de mascarillas. Distanciamiento sin
distancia entre personas en sitios públicos.
Llovió,
llovió…llovió Víspera de San Isidro
Labrador, una de las festividades populares más arraigadas en nuestra
zona, llovió torrencialmente sobre
nuestro pueblo. Noticias de esperanza para ganaderos y agricultores ante la
sequía 2020. No hubo fiestas de San isidro, pero sí llovió.
20 años de los
símbolos municipales de Dabajuro El
13 de mayo del año 2000 se izó por primera vez la bandera de Dabajuro, se
entonó por primera vez su imponente himno y se mostró el escudo en el hoy
Teatro “Marlen Vidal”. Oficialización encabezada por el entonces alcalde Jesús Reyes y el cuerpo edilicio.
Música y letra del himno Eudes Mavárez,, la bandera diseño de Luis Reyes y del
primer escudo Olga López. Este escudo fue recientemente llevado a concurso y
cambiado, siendo su autor Yoel Calleja.
Reprobada como
madre-docente. Académicamente frustrada, cansada y agobiada ¿dónde renuncio? Desde un primer momento elevé mi voz para lograr la
rectificación de “cada familia una escuela” por el “Plan nacional del
lecto-escritura y operaciones matemáticas básicas”. Este tiempo en casa era
idóneo para reforzar la lectura, aplicar métodos de mejoramiento de la ortografía
y caligrafía. Sumar, restar, dividir y multiplicar es enseñarle a nuestros
hijos lo que la mayoría de los padres sabemos. La literatura venezolana en casa
sería una verdadera escuela para la familia. Tengo tres títulos universitarios
y no domino la pedagogía docente necesaria en los niños. En dos semanas he
recibido 14 asignaciones solo para mi hija de primaria. Los planteles de nivel
media y secundaria están trabajando aquí con mayor coherencia. Me da miedo mirar el teléfono. No hace falta
tener visiones futuras para saber que no es viable el retomo a aulas por lo que
resta del 2020. Agoté todo material de reciclaje en la casa: hojas, cuadernos,
creyones, cartones…y mi paciencia cuando no logro entablar los objetivos
exigidos y termino haciendo la tarea. Me quito el sombrero ante nuestros
docentes que deben corregir estas asignaciones y sé que su sueldo solo alcanza
para comprar el bolígrafo con el que van a revisar los trabajos. La lista
dolarizada de útiles escolares que necesitamos ahora asusta. Aplicar un esquema
de aprendizaje andragógico en nuestros niños es irresponsable; como
irresponsable es tener que salir a llevar y buscar las tareas, pensar que todos
tienen un teléfono inteligente, una “canaimita” funcional o unos padres alfabetizados. Este programa
improvisado persigue el anuncio de la finalización exitosa del año escolar,
pasando por encima de todos los problemas que enfrentamos encabezados por una
pandemia. Es incoherente establecer medidas preventivas cuando los padres deben
salir a buscar internet como sea. Se está perdiendo el tiempo de nivelar la
base del proceso enseñanza-aprendizaje para el futuro reinventado que se nos
vino encima. Lo que sí ha develado este plan es que no hay interés por la
igualdad educativa de nuestros muchachos. Insisto en que sé que no es culpa
alguna de nuestros docentes. Ellos cumplen como pueden según les están
exigiendo. Por encima del derecho a la salud se impone salvar un año escolar
que duele decir es mediocre.
Periodistas a la
horca. Somos objeto de
amenazas y extorsiones. Si decimos, si no decimos. Si investigamos, si no
investigamos. Lo cierto del caso es que quienes sí hacen lo que quieren por
estos lares son personajes que ejercen el periodismo ilegal a través de redes
sociales. Difunden en sus cuentas de “noticias” via whatsapp, por ejemplo,
donde dicen y desdicen, entrevistan y hasta cobran por publicidad o mantener al
grupo informado entre verdades y difamaciones. Mientras tanto nosotros seguimos
cumpliendo apegados al código de ética del periodismo y por nuestra gente.
Nuestro Dabajuro privilegiado por la equidistancia,
sufre ante la distancia. Nuestro occidente es un clarol de luna en ardientes
arenas amortizadas por la lluvia, donde no deberíamos caminar descalzos…pero
estamos descalzos. Gritamos, no con brío, como dice nuestro himno nacional.
Gritamos callaítos nuestro dolor.
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