Es justicia para el pueblo caquetío, es justicia para nuestra herencia, es justicia para nuestro futuro y, sobre todo, un horizonte sin explorar que nos puede traer grandes sorpresas.
Especial www.nuevodia.com.ve
Reconfortante encontrarnos con una inquietud común: tomar en serio las investigaciones pertinentes sobre el legado de nuestros caquetíos en nuestra tierra. Dabajuro "loza de barro" debe la fuerza de su nombre al trabajo admirable de nuestros antepasados, perfectos arquitectos y alfareros del barro utilitario, ornamental y religioso.
Felicito este punto de partida que con fuerza llega del trabajo del colega Regmy Castañeda y publicado gracias al apoyo de editorial Nuevo Dia. Quedan las puertas abiertas para conocimientos innovadores que vendrían a transformar y reforzar la historia de nuestro pueblo.
Los que hemos deambulado por museos de toda Venezuela admirando las piezas de la cultura dabajuroide, sabemos lo que esto representa. La posibilidad de ver justamente exhibida cada pieza en la tierra donde nacieron. Es justicia para el pueblo caquetío, es justicia para nuestra herencia, es justicia para nuestro futuro y, sobre todo, un horizonte subexplorado que nos puede traer grandes sorpresas.
Podríamos necesitar arquéologos, paleontólogos, docentes, investigadores, entre tantos...pero lo que más necesitamos son dabajurenses interesados en dignificar de verdad nuestras raíces, que tengamos ganas de gestionar, de explorar, de ciudar, idealizar y trabajar por ello.
\Licda. Lourdes Díaz Güerere.
CPP 18234
